El secreto de San Miguel

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Capítulo 1: La desaparición

Era de noche en San Miguel, un pueblo tranquilo. Llovía mucho y las calles estaban mojadas. Lucas salió a caminar para despejarse. De repente, sintió que alguien lo observaba. Miró a su alrededor, pero no vio a nadie. En la plaza, encontró a su amigo Diego. Antes de hablar, el viento apagó las farolas. De pronto, Diego desapareció sin dejar rastro. Lucas sintió miedo y corrió a casa. Algo extraño estaba pasando en el pueblo.

Capítulo 2: El mensaje misterioso

A la mañana siguiente, Lucas encontró un mensaje en su teléfono. "Si quieres respuestas, ve al viejo molino al atardecer". No sabía quién lo enviaba. Intentó llamar a Diego, pero su móvil estaba apagado. Contó lo sucedido a su hermana Clara. Ella le dijo que no fuera, porque era peligroso. Pero Lucas tenía curiosidad y quería saber la verdad. Durante el día estuvo nervioso. Finalmente, decidió ir al molino. No imaginaba lo que iba a encontrar.

Capítulo 3: El molino oscuro

El molino era viejo y hacía ruidos extraños. Lucas entró con una linterna en la mano. Dentro estaba oscuro y olía a humedad. De repente, oyó un ruido detrás de él. Se giró rápidamente, pero no vio a nadie. Entonces, algo cayó al suelo. Era un sobre con su nombre. Lo abrió y leyó: "No confíes en nadie". Su corazón latía rápido. Sabía que estaba en peligro.

Capítulo 4: La investigación de Diego

Lucas volvió a casa y le contó todo a Clara. Ella estaba preocupada. Decidieron investigar sobre Diego. Buscaron información en su habitación. Encontraron un mapa con marcas en el bosque. También había notas escritas sobre el molino. "Diego estaba investigando algo", dijo Clara. Lucas pensó que debían seguir las pistas. Pero algo no encajaba. Tenían que ser cuidadosos.

Capítulo 5: El bosque

Lucas y Clara fueron al bosque por la noche. Caminaban con cuidado y miraban el mapa. Encontraron una cabaña vieja y entraron. Dentro había muchas fotos de Diego. "Lo estaban vigilando", dijo Clara. En ese momento, escucharon un ruido fuerte. Se giraron y vieron a un hombre mayor. "¿Qué hacen aquí?", preguntó él.

Capítulo 6: El anciano misterioso

El anciano tenía una mirada seria. "Sé lo que buscan", dijo. Explicó que en el pueblo desaparecía gente cada diez años. "Diego descubrió la verdad", continuó. Les mostró un cuaderno con nombres y fechas. Diego estaba en la lista. Lucas y Clara sintieron miedo. "Debemos encontrarlo antes de que sea tarde", dijo Lucas.

Capítulo 7: La cueva secreta

Siguieron las pistas del cuaderno. Llegaron a una cueva oculta en el bosque. Dentro había una puerta de metal. Estaba cerrada con un código. Clara encontró un papel con números. Probaron el código y la puerta se abrió. Entraron y vieron una luz débil. Diego estaba allí, atado a una silla. Cuando fueron a liberarlo, la puerta se cerró sola.

Capítulo 8: El villano

"No debieron venir", dijo una voz en la oscuridad. Era el alcalde del pueblo. "Alguien debe desaparecer cada diez años", explicó. Clara grabó todo con su móvil. Lucas y Clara defendieron a Diego. "No pueden ocultar esto", dijo Lucas. El alcalde trató de detenerlos. Pero Clara envió la grabación a la policía.

Capítulo 9: La huida

Los tres corrieron fuera de la cueva. Escucharon pasos detrás de ellos. Vieron un coche negro bloquear su camino. "No pueden escapar", dijo un hombre. Lucas encontró una piedra y rompió una luz del coche. En la confusión, lograron huir. Corrieron al pueblo en busca de ayuda.

Capítulo 10: La verdad revelada

Llegaron a la comisaría y mostraron el video a la policía. "Esto es muy grave", dijo el jefe. Arrestaron al alcalde y a sus cómplices. Diego estaba a salvo, pero necesitaba descansar. "Lo logramos", dijo Clara con alivio. El pueblo cambió después de la verdad. Nunca más desapareció nadie. Pero Lucas sabía que algunos secretos nunca se olvidan.

 

El secreto de San Miguel

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Capítulo 1: La desaparición

Era una noche oscura en el pequeño pueblo de San Miguel. La lluvia caía con fuerza sobre los techos de las casas. Lucas salió de su casa para dar un paseo, como cada noche. Sin embargo, esta vez sintió que alguien lo observaba. Se giró varias veces, pero no vio a nadie. Al llegar a la plaza, se encontró con su amigo Diego. Antes de que pudiera saludarlo, una fuerte ráfaga de viento apagó las farolas. En cuestión de segundos, Diego había desaparecido. Lucas sintió un escalofrío recorrer su espalda. Corrió hacia su casa sin mirar atrás. Algo extraño estaba sucediendo en el pueblo.

Capítulo 2: El mensaje misterioso

A la mañana siguiente, Lucas despertó con una sensación de angustia. Miró su teléfono y vio un mensaje de un número desconocido. "Si quieres respuestas, ve al viejo molino al atardecer", decía. No entendía quién podía haberle escrito eso. Intentó llamar a Diego, pero su teléfono estaba apagado. Decidió contarle a su hermana, Clara, lo que había pasado. Ella le dijo que no fuera, que podía ser peligroso. Pero Lucas sentía que no podía ignorar el mensaje. Pasó el día inquieto, esperando que llegara la hora. Al final, decidió ir al molino, aunque algo le decía que no estaba solo.

Capítulo 3: La sombra en el molino

Cuando llegó al viejo molino, el sol ya se escondía en el horizonte. Las viejas aspas crujían con el viento, creando un sonido inquietante. Lucas entró con cautela, iluminando el interior con la linterna de su móvil. De repente, escuchó un ruido a sus espaldas. Se giró rápidamente y vio una sombra moverse entre las cajas. "¿Quién está ahí?", preguntó con voz temblorosa. Nadie respondió, pero sintió una corriente de aire frío. Entonces, algo cayó al suelo a su lado. Era un sobre con su nombre escrito en tinta roja. Lo abrió con manos temblorosas y leyó: "No confíes en nadie". Su corazón latía con fuerza; esto apenas comenzaba.

Capítulo 4: El enigma de Diego

Lucas corrió de vuelta a su casa sin mirar atrás. Cuando llegó, Clara lo esperaba con el ceño fruncido. "¿Dónde estabas?", preguntó preocupada. Él le mostró la nota y le contó lo sucedido. Clara palideció y le confesó que había oído rumores sobre extrañas desapariciones en el pueblo. Lucas decidió investigar más sobre Diego y su familia. Descubrió que su amigo había estado visitando el molino en secreto. También encontró en su escritorio un mapa con marcas alrededor del bosque. Algo dentro de él le decía que debía seguir esas pistas. Sin embargo, no podía hacerlo solo.

Capítulo 5: La búsqueda comienza

Clara insistió en acompañar a Lucas en su búsqueda. Con una linterna y el mapa, se dirigieron al bosque. La noche era densa y los sonidos de la naturaleza parecían amplificados. Tras caminar varios minutos, encontraron una cabaña abandonada. La puerta estaba entreabierta y un olor a humedad impregnaba el aire. Lucas entró primero, con Clara siguiéndolo de cerca. De pronto, vieron fotos de Diego pegadas en la pared. En cada imagen, él aparecía con expresión de miedo. "Alguien lo estaba vigilando", susurró Clara. En ese momento, un ruido los hizo girarse de golpe.

Capítulo 6: El testigo inesperado

Un anciano de aspecto desaliñado apareció en la puerta. "¿Qué hacen aquí?", preguntó con voz ronca. Lucas y Clara retrocedieron, pero el hombre levantó las manos en señal de paz. "Sé lo que buscan", dijo. Explicó que Diego había descubierto algo peligroso. "Las desapariciones en este pueblo no son casualidad", continuó. Les mostró un viejo diario lleno de nombres y fechas. "Cada diez años, alguien desaparece", murmuró. Lucas sintió un escalofrío al leer el último nombre: Diego Martínez. "Tenemos que encontrarlo antes de que sea tarde", dijo Clara decidida.

Capítulo 7: La trampa

Siguiendo las pistas del diario, los hermanos llegaron a una cueva oculta en el bosque. Dentro, encontraron una escalera que descendía a la oscuridad. Lucas encendió su linterna y bajó con cautela. Al fondo de la cueva, vieron una puerta de metal. Intentaron abrirla, pero estaba cerrada con un candado. Clara encontró un viejo papel con un código. Cuando lo ingresaron, la puerta se abrió con un chirrido. Dentro, había una sala iluminada por una luz tenue. Diego estaba allí, amordazado y atado a una silla. Cuando corrieron a ayudarlo, la puerta se cerró de golpe detrás de ellos.

Capítulo 8: La verdad oculta

Una voz resonó en la habitación. "No debieron venir", dijo alguien desde la oscuridad. Una figura encapuchada apareció y reveló su rostro. Era el alcalde del pueblo. "Durante generaciones, hemos protegido este secreto", confesó. Explicó que cada diez años, alguien debía desaparecer para mantener el equilibrio del pueblo. "Pero esta vez, han arruinado el plan", dijo con furia. Clara sacó su teléfono y grabó todo. "El pueblo sabrá la verdad", exclamó. El alcalde intentó quitarle el móvil, pero Lucas lo golpeó y corrieron hacia la salida.

Capítulo 9: La huida

Con el alcalde persiguiéndolos, los tres amigos escaparon de la cueva. Diego apenas podía correr, pero Clara y Lucas lo ayudaron. La noche era oscura y la lluvia comenzó a caer de nuevo. A lo lejos, vieron las luces del pueblo. "¡Rápido!", gritó Clara. Justo cuando creían estar a salvo, un auto negro se interpuso en su camino. Un grupo de hombres salió del vehículo. "No pueden irse", dijo uno de ellos. Lucas vio una piedra en el suelo y la lanzó a una de las luces del auto. En la confusión, corrieron hacia la comisaría del pueblo.

Capítulo 10: El final de un secreto

En la comisaría, mostraron la grabación al jefe de policía. Este escuchó en silencio y asintió. "Sabía que algo pasaba en este pueblo", dijo finalmente. Horas después, el alcalde y sus cómplices fueron arrestados. Diego estaba a salvo, pero necesitó tiempo para recuperarse. Lucas y Clara se abrazaron aliviados. "Hicimos lo correcto", dijo Clara con una sonrisa. Los días pasaron y el pueblo empezó a cambiar. La gente ya no tenía miedo. El secreto había sido revelado y nunca más habría otra desaparición. Pero Lucas sabía que algunas sombras nunca desaparecen del todo.

 

El secreto de San Miguel

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Capítulo 1: La desaparición

La noche era cerrada en San Miguel, un pueblo donde nunca pasaba nada. La lluvia repiqueteaba con insistencia sobre los tejados, formando charcos en las calles adoquinadas. Lucas decidió salir a despejarse, como hacía a menudo cuando no podía dormir. Sin embargo, aquella noche un escalofrío lo recorrió al notar una presencia intangible. Miró a su alrededor, pero solo encontró la penumbra y el eco de sus propios pasos. En la plaza, se topó con Diego, quien parecía distraído. Apenas tuvo tiempo de articular palabra cuando un viento repentino apagó las farolas. Un parpadeo después, Diego se había desvanecido en la negrura. Lucas sintió su pulso acelerarse y emprendió la carrera de vuelta a casa. Algo perturbador se cernía sobre el pueblo, y él estaba en el centro de la tormenta.

Capítulo 2: El mensaje cifrado

El amanecer trajo consigo una sensación opresiva. Lucas despertó con un nudo en el estómago y revisó su teléfono, encontrando un mensaje anónimo. "Si quieres respuestas, acude al viejo molino al anochecer". ¿Quién lo enviaba? ¿Y por qué? Intentó contactar a Diego sin éxito; su móvil estaba desconectado. Nervioso, confió en su hermana Clara, quien reaccionó con incredulidad. "Lucas, esto parece una trampa", le advirtió. Aun así, la incertidumbre era un peso que no podía ignorar. Pasó el día inmerso en pensamientos, sintiendo que cada minuto lo acercaba a una revelación inquietante. Cuando el sol comenzó a descender, se encaminó al molino con paso firme. En su interior, la oscuridad aguardaba, llena de secretos.

Capítulo 3: La sombra en el molino

Las aspas del molino crujían en la brisa nocturna, creando un sonido espectral. Lucas entró con la linterna en alto, su pulso marcando el ritmo de la tensión. Un ruido a su espalda lo hizo girarse con brusquedad, su aliento se tornó errático. "¿Quién está ahí?", preguntó, pero solo obtuvo el eco como respuesta. De pronto, algo cayó con estrépito junto a él. Un sobre blanco, manchado de rojo, y su nombre garabateado en la superficie. Con manos temblorosas, lo abrió y leyó un mensaje que le heló la sangre: "No confíes en nadie". En ese instante, supo que había cruzado un umbral del que no podría volver.

Capítulo 4: Diego y su secreto

El regreso a casa fue una carrera contra su propia ansiedad. Clara lo esperaba con una mirada severa. "No debiste ir", dijo, pero Lucas ignoró su advertencia y le mostró la nota. Su hermana empalideció, recordando rumores antiguos sobre desapariciones inexplicables. Decidido a desentrañar el misterio, Lucas comenzó a indagar sobre Diego. Descubrió que su amigo había visitado el molino con frecuencia en las últimas semanas. En su escritorio encontró un mapa con marcas alrededor del bosque y anotaciones crípticas. La sensación de peligro se intensificó. Estaba claro que Diego había descubierto algo prohibido, y ahora Lucas estaba atrapado en el mismo juego.

Capítulo 5: Un sendero peligroso

Clara no quiso dejarlo solo, así que ambos se dirigieron al bosque al caer la noche. Siguiendo las indicaciones del mapa, atravesaron senderos apenas iluminados por la luna. Tras varios minutos, divisaron una cabaña abandonada entre los árboles. La puerta rechinó al abrirse, dejando al descubierto un interior cubierto de polvo y humedad. En la pared colgaban fotos de Diego, cada una capturada con ángulos inquietantes. "Lo estaban vigilando", susurró Clara con voz temblorosa. De repente, un ruido gutural les erizó la piel. Se giraron en un solo movimiento, descubriendo una figura en la penumbra.

Capítulo 6: El testigo en las sombras

Un anciano de mirada febril emergió de la oscuridad. "No deberían estar aquí", murmuró con una voz áspera. Lucas y Clara retrocedieron, pero el desconocido no mostró intenciones hostiles. "Sé lo que buscan", continuó. Relató cómo Diego había hallado evidencias sobre desapariciones regulares en el pueblo. "Cada diez años, alguien se desvanece sin dejar rastro", confesó, mostrando un viejo cuaderno con nombres y fechas. La última inscripción era clara: Diego Martínez. El terror atenazó a Lucas. Si no actuaban rápido, su amigo podría ser el próximo en la lista.

Capítulo 7: Descenso a la verdad

Las pistas llevaron a los hermanos hasta una gruta oculta entre la maleza. Descendieron por una escalera de piedra, adentrándose en una negrura absoluta. Pronto encontraron una puerta de metal, asegurada con un código numérico. Tras varios intentos, lograron abrirla. Dentro, una luz tenue iluminaba una sala subterránea. En el centro, Diego permanecía atado a una silla, inconsciente. Cuando corrieron a liberarlo, la puerta se cerró con un estrépito ensordecedor. El sonido de pasos se aproximaba.

Capítulo 8: El guardián del secreto

"No debieron intervenir", resonó una voz en la penumbra. La figura que emergió era el alcalde, su expresión inescrutable. "Durante siglos, San Miguel ha seguido este ritual", explicó con calma perturbadora. "Cada década, alguien debe desaparecer para preservar nuestro equilibrio". Clara activó la grabadora de su móvil mientras Lucas confrontaba al hombre. "El pueblo tiene derecho a saber la verdad", desafió. El alcalde avanzó con furia, pero Lucas fue más rápido.

Capítulo 9: La fuga desesperada

Diego despertó justo cuando los tres intentaban salir. El sonido de botas resonó en el pasillo, indicando que no estaban solos. Se abrieron paso a trompicones por la gruta, con las sombras pisándoles los talones. Un automóvil bloqueó su camino al llegar al claro del bosque. De él descendieron hombres de semblante implacable. "No llegarán lejos", advirtió uno. Lucas, sin dudarlo, lanzó una piedra al parabrisas y en la confusión lograron huir hacia el pueblo.

Capítulo 10: El ocaso de un secreto

En la comisaría, entregaron la grabación al jefe de policía. "Sabía que aquí pasaba algo raro", admitió. Horas después, el alcalde y sus cómplices fueron arrestados. Diego, aunque débil, sonrió por primera vez en días. Lucas y Clara se abrazaron, aliviados. El pueblo comenzó a despertar de una pesadilla de siglos. Sin embargo, Lucas sabía que algunos secretos nunca mueren del todo.